Detectar cuanto antes la esclerosis múltiple es una de las claves en la lucha contra esta enfermedad, de la que este miércoles se conmemoró el Día Mundial. Por ello, el recién creado Grupo de Neuroinmunología del IRBLleida ha puesto en marcha un estudio sobre las posibles causas de esta patología con el objetivo de descubrir nuevos biomarcadores que ayuden en el diagnóstico precoz.
Concretamente, los investigadores trabajan para conocer la implicación de las mitocondrias (órganos que se encuentran en las células y que tienen un papel importante en el proceso de envejecimiento) y el estrés oxidativo como claves del origen y la evolución de la enfermedad. Los primeros resultados apuntan a que, en las personas con esclerosis múltiple, las mitocondrias de los linfocitos muestran una alteración y también se observa un incremento de la oxidación de lípidos en el líquido cefalorraquídeo.
A largo plazo, este descubrimiento podría permitir una detección precoz y, con esta, un tratamiento de mayor precisión para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Y es que se trata de una enfermedad muy heterogénea en la que algunos pacientes sufren una progresión temprana de discapacidad, mientras otros están estables muchos años después del diagnóstico.
La esclerosis múltiple se considera la segunda causa de discapacidad en personas de veinte a cuarenta años después de los accidentes de tráfico. En Cataluña hay 7.000 diagnosticados y medio millar en Ponent.
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